¿Has pensado alguna vez en las oportunidades que tendrías al tener un dominio propio? Hablamos de uno pagado y no de un dominio gratuito; ya que estos no poseen las mismas características que una dirección registrada.
Comencemos con lo más lógico: elegir un nombre. Sin embargo, este paso que a simple vista se ve fácil, no lo es: debes de pensar en algo atrayente, que represente la identidad de tu marca pero por sobre todo, que sea fácil de recordar. De esta manera nos aseguramos que al momento de la difusión sea más fácil de recordar.
Una vez que ya tenemos nuestro nombre, debemos saber si se encuentra disponible (visualízalo con la extensión .com si quieres tener un alcance mayor) . Para esto, puedes ver en la misma red a través de algún sitio que brinde este servicio (en el caso de que tu extensión sea .cl te recomendamos nic.cl). Si el nombre está disponible, ¡Felicitaciones!, completa el formulario con los datos de tu página y los del cobro del servicio. Posteriormente, recibirás un correo confirmando la contratación del dominio.
Si te estás preguntando si esto es caro, te respondemos que no. Adquirir un dominio cuesta alrededor de unos 12 dólares (cerca de 10 mil pesos chilenos), a lo cual deberás sumar el hospedaje de contenidos (10 dólares/ 8 mil pesos chilenos aprox). Una suma bastante baja para los frutos que esperamos cosechar.
Y recuerda, que al tener nuestro propio dominio aseguramos: confiabilidad (sobre todo cuando desarrollen transacciones bancarias), tener un email personalizado que reafirme el profesionalismo, la posibilidad de crear subdominios; pero por sobre todo y lo que todos buscamos: VISIBILIDAD ONLINE.
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