Primero que nada: ¿qué es una propuesta de valor y por qué es tan importante que tengas una?
Una propuesta de valor se puede definir como una declaración que transmite de manera objetiva y directa las ventajas que una empresa puede aportar a sus clientes. Básicamente les dice a nuestro público el propósito y la importancia de lo que hacemos. Es por eso que debe ser clara y entendible a la brevedad.
¿Cómo debe ser una propuesta de valor valor ideal?
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Simple: debe ser entendible y lo más sencilla posible para que pueda ser entendida por todo el público. De nada sirve si ellos no pueden entender de qué se trata lo innovador de tu servicio, por eso debes replantearte en redactarla de nuevo si no cumple esta característica.
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Atractiva: no hay mucho que decir sobre este punto; debe ser atractiva e innovadora para tu audiencia.
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Equilibrada: que cumpla lo que promete a tu público, por lo tanto debes equilibrar bien los atributos de tu propuesta con la expectativa que generas.
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Original: innovadora, sin nada más. No intentes copiarle a otra marca o a tu competencia. Intenta expresar el valor propio de tu propuesta.
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Rentable: además de todo lo anterior, debe ser rentable. Si tu idea de negocio no es rentable será una ruina segura. Nunca pierdas de vista este punto.
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Crea vínculos: tu idea debe tener la capacidad de generar emociones ya que es una buena estrategia para establecer relaciones sanas y duraderas con tus clientes.
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Debe ser centrada en el cliente: porque para cualquier idea de negocio exitosa, se requiere que conozcas a tu cliente potencial, y esto implica conocer su rutina, sus gustos, motivaciones, sueños, aspiraciones, preocupaciones, entre otros factores.
Además, su objetivo principal es satisfacer las necesidades de estos clientes, por eso debemos colocarlos como prioridad número uno en nuestra propuesta de valor.
¿Cómo crear entonces una buena propuesta de valor?
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Definir a tu público objetivo, es decir, a todas las posibles personas que sientan la necesidad de adquirir tu producto o servicio.
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Determinar el valor de tu propuesta, que viene siendo “lo que recibirá el cliente a cambio de lo que pagará”. Por ejemplo, si se ofrecen productos lujosos, los atributos intangibles determinarán el valor que recibirá el cliente.
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Diseño de la oferta, es decir la cantidad a pagar por tu producto o servicio. Una vez que determines el valor puedes llegar a este paso, puesto que debes analizar y tomar en cuenta factores como costos y tipo de cliente al que venderás.
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Evalúa los beneficios, y para esto debes analizar los atributos de tu producto ¿Qué beneficios emocionales y funcionales entrega tu producto?
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Evaluar la competencia para comparar tu propuesta de valor con tus competidores. El objetivo de este punto es determinar por qué el cliente te escogería a tí antes que tu competencia.
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Probar y poner en marcha tu propuesta de valor. De esta manera podrás asegurarte de que si funciona y de paso conseguir opiniones, comentarios o críticas que pueden ayudarte a mejorarla en un futuro.
Ya te hemos enseñado como hacer una buena propuesta de valor ¿tienes una ya lista? Puedes intentar mejorarla para ofrecer algo mucho más interesante a tu audiencia.
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